El Hospital Costa del Sol actualiza su protocolo de gestantes con cesárea previa para promover la vía natural vaginal como primera elección en las embarazadas que no tengan contraindicación para ello

Este procedimiento, realizado por el Servicio de Obstetricia y Ginecología, incorpora la posibilidad de evaluar factores y otros datos clínicos predictores de éxito del parto vaginal

El servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Costa del Sol ha actualizado el protocolo de gestantes con cesárea previa con el objetivo de promover la vía natural vaginal como primera elección en aquellas mujeres embarazadas que no tengan contraindicación para ello.

Este procedimiento incorpora la posibilidad de evaluar factores predictores de éxito del parto vaginal cuando estas pacientes alcanzan el término y más datos clínicos como el tipo de cicatriz uterina, el grado de madurez del cérvix (cuello de útero), el tiempo transcurrido desde la última cesárea y el tamaño y peso fetal aproximado, entre otros.

Se pretende así evitar el ofrecimiento precoz y rutinario de la vía del parto por cesárea en este tipo de gestantes, ofreciéndoles un asesoramiento profesional consensuado y basado en las recomendaciones de sociedades científicas como la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).

El parto vaginal en pacientes con una cesárea previa con cicatriz transversal uterina es la vía recomendada por las mejores evidencias bibliográficas y por las principales sociedades científicas porque minimiza riesgos muy importantes vinculados a intervenciones quirúrgicas como la cesárea. Por otra parte, las pacientes con cesárea anterior tienen un riesgo muy bajo de rotura uterina (entre un 0,4 y un 0,7%). La SEGO en el protocolo vigente de parto tras cesárea contempla que se “debe ofrecer un intento de parto vaginal a todas las mujeres con cesárea previa, una vez se descarten todas las contraindicaciones y se informe a la paciente de los riesgos y beneficios”.

Este documento, por tanto, recoge también cómo se ha de llevar a cabo la valoración previa de la gestante, descartando contraindicaciones y estableciendo la infraestructura necesaria para atender las complicaciones que pudieran surgir. Como en cualquier otra indicación médica, no exenta de riesgos, se explica toda la información necesaria a la mujer embarazada, con el máximo consenso posible. Según este procedimiento, las consultas a partir de la semana 32 constituyen el periodo recomendable para ofrecer y completar la información a estas mujeres con cesárea previa sobre este protocolo y sus circunstancias clínicas individuales para que dispongan de tiempo por si quieren consultar una segunda opinión médica en otro centro.

En los casos concretos de gestantes que requieran una valoración más específica por circunstancias especiales, serán analizados en el Comité de Obstetricia para realizar una valoración colectiva que ofrecerá sus recomendaciones a la paciente.

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