El servicio de Obstetricia y Ginecología actuó en ambos casos para liberar líquido de la cavidad pulmonar de los fetos antes de los partos

Profesionales del Hospital Materno Infantil de Málaga han realizado con éxito dos intervenciones intrauterinas para liberar líquido en la cavidad pleural con el objeto de facilitar el desarrollo pulmonar de los dos fetos. Se trata de actuaciones en dos gestantes diferentes cuyos bebés nacieron de forma prematura.

A cargo de la Unidad de Diagnóstico Prenatal y Medicina Fetal  del servicio de Obstetricia y Ginecología, las intervenciones se llevaron a cabo con fin terapéutico y diagnóstico para tratar sendos hidrotórax – líquido en el espacio que rodea a los pulmones, en la cavidad pleural-. Ambas actuaciones se llevaron a cabo en las instalaciones del Materno Infantil -centro dependiente del Hospital Regional Universitario de Málaga- en los meses de diciembre y enero.

El ginecólogo Isidoro Narbona, miembro de la mencionada unidad, explica que las dos gestantes presentaban una similar patología fetal, que comprimía los pulmones de los bebés e imposibilitaba su desarrollo. «En estos casos es importante actuar  porque los recién nacidos pueden sufrir falta de oxígeno al nacer y pueden requerir maniobras de reanimación y de ventilación más agresivas para poder mantener la oxigenación adecuada», añade.

Ante la presencia de líquido en la pleura, la intervención que se realiza es una  toracocentesis fetal, que consiste en abordar el tórax fetal con una aguja muy fina a través del abdomen materno guiado por ecografía con el fin de liberar la cavidad pulmonar de este líquido. Esta intervención se realiza en quirófano o en la consulta de intervencionismo fetal con la garantía de que, en caso de que sea necesario, se pueda hacer la extracción fetal con celeridad si se producen complicaciones. «La intervención pude tener fin diagnóstico,  para  averiguar qué ha desencadenado el problema y así poder ofrecer un mejor asesoramiento prenatal y poder planificar el seguimiento y finalización del embarazo, o terapéutica, porque la patología dificulte el desarrollo de los pulmones». Esta intervención es poco frecuente, ya que el hidrotórax se presenta con una incidencia de 1/10.000-15.000 embarazos aproximadamente.

La primera de estas dos intervenciones tuvo lugar en diciembre de 2019. Se trataba del caso de una gestante que llevaba los controles habituales de la gestación, cuando en la semana 32 del embarazo se le detectó la presencia de hidrotórax severo a tensión bilateral que comprimía ambos pulmones. La paciente se puso de parto en la semana 34-35 y, como estaba previsto previo a la extracción del recién nacido, se realizó una toracocentesis evacuadora fetal, con el fin de que la reanimación neonatal fuese más sencilla y se garantizara la correcta oxigenación del bebé. La niña permaneció dos meses ingresada en la Unidad de Neonatología del centro hasta su alta a domicilio.

El segundo caso se llevó a cabo en enero de 2020. La mujer, embarazada de 35 semanas, fue derivada de otro centro sanitario, donde había sido diagnosticada de sospecha de hidrotórax primario.  «Programamos la finalización de la gestación en nuestra unidad y planteamos la toracocentesis evacuadora previa al nacimiento de la recién nacida. La niña nació con gran vitalidad y no requirió de gran intervención en la reanimación inicial», explica Narbona. La menor estuvo ingresada un mes en la Unidad de Cuidados Intermedios de Neonatología del Materno Infantil.

A pesar de que el intervencionismo prenatal con fines diagnósticos está muy establecido con la realización de amniocentesis y biopsias coriales para las patologías cromosómicas, genéticas o como parte del estudio complementario en el diagnóstico y asesoramiento de las malformaciones congénitas durante el embarazo, para Isidoro Narbona, intervenir en estos casos supone un plus de responsabilidad. «Las complicaciones derivadas de los procedimientos puede tener repercusión en la supervivencia del recién nacido y también puede suponer complicaciones sobre la madre», señala. «Actuamos con sumo respeto tanto a la madre como al feto, poniendo a ellos  en  el centro de nuestro esfuerzo e intentando acompañar en la toma de decisión de la embarazada,  en su propio nombre y como delegada en la de representación de su hijo», añade. Para ayudar en el afrontamiento de esta situación a los padres, la unidad proporciona apoyo emocional desde el punto de vista de la medicina psicosomática para la asistencia a la mujer en sus diferentes etapas de la vida.

A pesar de que este tipo de intervenciones pueden llevarse a cabo una vez el feto ha nacido, en algunos casos concretos el beneficio de actuar de forma prenatal y no postnatal es beneficiar al feto de su conexión a la madre, puesto que durante su estancia en el vientre materno recibe la oxigenación por el cordón umbilical a través de la función placentaria  y no por la función de sus pulmones. «La intervención prenatal sitúa al recién nacido en mejores condiciones para iniciar su oxigenación autónoma permitiendo la expansión e inicio de la función pulmonar», señala el ginecólogo.

Diagnóstico prenatal

 

El área de Diagnóstico prenatal y Medicina fetal es multidisciplinar y en ella participan diferentes especialidades del Hospital Materno Infantil.  Además de profesionales del servicio de Obstetricia y Ginecología, en la misma intervienen los de Genética, Radiología Pediátrica, Neonatología y las diferentes especialidades postnatales en función de la patología para ofrecer el mejor asesoramiento: Cardiología y Cirugía Cardiovascular Infantil, Cirugía Pediátrica, Traumatología infantil, Endocrinología Pediátrica, NefroUrología pediátrica, Neurociencias y Hematología.

 

Cada año, esta unidad realiza más de 5.000 ecografías de alta resolución para el cribado morfológico y despistaje  de las malformaciones fetales durante la gestación. Asimismo, lleva a cabo parte del cribado Cromosomopatías, de la prevención del parto pretérmino y parte del cribado de  preeclampsia, la realización de las técnicas de diagnóstico prenatal -amniocentesis y biopsia Coriales-  y terapéuticas como amniodrenajes o Toracocentesis, así como el asesoramiento perinatal y el acompañamiento de las gestantes que presentan patología fetal, siendo las cardiopatías congénitas y las cromosomopatías las más frecuentes.

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