La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen
Crespo, ha participado hoy en la liberación de dos tortugas boba en la
playa del Burgo, en la Línea de la Concepción, ejemplares que han sido recuperados
en el Centro de Gestión del Medio Marino Andaluz (Cegma) del Estrecho
tras el ingreso de ambas en los meses de junio y julio.
El primero, un ejemplar juvenil de apenas 1 kilo de peso al que se ha llamado
Hugo, fue localizado en La Línea de La Concepción y presentaba una
condición corporal delgada y una afección antigua en un ojo. El segundo, un
ejemplar adulto de casi 50 kg de peso, Diana, fue hallado en las cercanías del
puerto de Algeciras con un pequeño traumatismo en el caparazón de origen
desconocido.
Estas actuaciones se realizan en el marco del Servicio de Emergencias frente
a varamientos de tortugas y mamíferos marinos, entre cuyos objetivos está la
recuperación de ejemplares de estas especies y el estudio de las causas de
muerte en las costas andaluzas.
Desde 2008 se han atendido 3.229 varamientos, de los cuales cerca de la mitad
(45%) han correspondido a tortugas marinas. El litoral onubense y gaditano
registra el mayor número de varamientos de quelonios, siendo la especie boba
(Caretta caretta) la más frecuente con un 91%, seguida de la tortuga laúd
(Dermochelys coriacea). Durante 2019 se registraron en Andalucía 75 varamientos
de tortugas. Alrededor del 15-20% de las tortugas varadas en las costas
andaluzas llegaron con vida y el éxito de recuperación alcanza el 75%.
Crespo ha recordado que la tortuga boba está incluida en el apéndice I del
Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna
y Flora Silvestre (Cites) y en el “catálogo español de especies amenazadas
como especie vulnerable”. Y la Consejería realiza “un considerable esfuerzo
tanto en sensibilización y divulgación como en la atención y recuperación de
ejemplares varados de cetáceos y tortugas marinas en las costas andaluzas”.
“Quiero felicitar a los agentes de Medio Ambiente y a todos los profesionales
que cuidan y recuperan a estas especies porque realizan una labor sorda
durante mucho tiempo, pero que en días como hoy tiene una justa recompensa”,
ha explicado la consejera. Durante los últimos años se observa un aumento
muy significativo de la presencia de basuras marinas afectando de diferentes
formas (enmallamiento, ingesta…) a las tortugas marinas que llegan con
vida a los centros de recuperación de Andalucía. “Los ejemplares que más
tiempo necesitan para recuperarse y volver a su medio son aquellos que han
sufrido algún tipo de interacción de origen humano”, ha señalado Crespo antes
de recordar que “la Junta de Andalucía ha apostado por el proyecto Ecomares,
que persigue el control de forma sostenible de la gestión de residuos que genera
la actividad pesquera, incluidos los que están en los fondos marinos para
la limpieza y sostenibilidad de las costas andaluzas”.
Hecho excepcional: eclosión de una puesta en una playa de Marbella
Esta semana ha coincidido con el “hecho excepcional” de la eclosión de una
puesta de tortuga boba en la playa marbellí de Cabopino (Málaga). Estos huevos
proceden del nido original que estuvo situado en la playa de Los Boliches
(Fuengirola), ubicación que se consideró inviable para la supervivencia del
nido por su proximidad a la línea de marea alta y tras confirmar que era inundable
con temporal de levante. Por ello, se optó por su traslocación a una
playa segura. De los 72 huevos depositados, 60 fueron trasladados a Marbella
y 12 a las instalaciones de Bioparc Fuengirola para su incubación en condiciones
controladas. “Esta misma noche han nacido seis ejemplares más. Tras
cincuenta días de incubación, hasta el momento han eclosionado 46 crías en
la playa y 11 crías de la incubadora, suponiendo un 80% de éxito de eclosión.
Hoy se procede a la exhumación del nido. Por ello quiero dar la enhorabuena a
todos los profesionales”, ha añadido la consejera.
Todas las crías fueron trasladadas al Cegma del Estrecho, en Algeciras, donde
permanecerán durante un año. De este modo, se consigue un mejor crecimiento
y endurecimiento del caparazón, lo que permite aumentar la tasa de supervivencia
una vez introducidas en el océano. Pasado este periodo, las tortugas
serán liberadas en la misma playa donde nacieron a lo largo del verano de
2021.
El nacimiento de estos ejemplares, con un peso aproximado de 15–20 gramos,
es “un hecho de gran relevancia pues proceden de una puesta natural”. Los
expertos consideran que este fenómeno esporádico de anidación es probable
que se intensifique en nuestras costas, siendo muy probable que las tortugas
realicen puestas en las playas con una afluencia normal de bañistas.

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