(Jesús Miguel  Relinque Mota, Profesor de instituto de Málaga) Me parece algo inaudito y totalmente increíble pero real la poca consideración que muchas personas están demostrando con respecto a las terribles consecuencias que tiene la enfermedad del coronavirus que está sacudiendo salvajemente a nuestra sociedad actual.

Tras muchas consideraciones he llegado a la siguiente conclusión:

En la sociedad en que vivimos hay una serie de antivalores que son mucho más importantes que la vida y que las secuelas que pueda tener una enfermedad incurable  en nuestros seres queridos y en nosotros mismos.

Estos antivalores son el egoísmo absoluto, el materialismo y un hedonismo extremo.

 

Mi pregunta es:  ¿Cómo es posible que de cara a la navidad ya estén habiendo aglomeraciones en las grandes ciudades sin guardar las más mínimas normas de seguridad para combatir los contagios ?

 

La respuesta parece muy simple pero a la vez triste y humana, las personas solo aprenden en su propia piel o en la de sus seres más cercanos y queridos, tienen muy poca empatía y comprensión hacia las personas que no conocen porque piensan que eso no les puede pasar a ellos.

 

Otro de los antivalores es el consumismo extremo  que lleva consigo el materialismo exagerado pues bien este consumismo conduce  a miles de personas a reunirse en calles principales de ciudades y centros comerciales causando situaciones de aglomeraciones impresionantes que como resultado volverán a tener hospitales llenos de enfermos miles de contagiados y muchísimas personas en la  UCI y además  cientos de fallecidos con los que ya no podremos compartir otras navidades.

 

Realmente estoy enfadado con la poca responsabilidad que tienen muchas personas y también algunas instituciones al no tener en cuenta que ya tenemos experiencia después de 8 meses de pandemia en nuestro país y no aplicar las normas de seguridad de una forma más estricta que evite los riesgos que se acarrean más adelante con hospitales saturados , centros de salud donde no hay asistencia por bajas del personal sanitario y escuelas con profesores de baja por coronavirus y con alumnado confinado por contagios o contactos después de todos los esfuerzos hechos por los sanitarios, fuerzas de seguridad, personal de supermercados, conductores de ambulancia, profesorado, asistentes sociales etc etc….

 

En definitiva los antivalores existen y están haciendo un flaco favor a nuestro mundo y me preocupa grandemente el futuro de las siguientes generaciones.

 

Muchas veces me cuestiono quién va a cuidar a los mayores del futuro si las personas no se conmueven por la muerte de sus propios compatriotas y de esta indiferencia es de la que quiero huir porque entonces no me consideraría humano sino una máquina sin sentimientos que no siente ni padece.

 

Print Friendly, PDF & Email