(Jesús Miguel Relinque Mota, Profesor de instituto de Málaga) Cuando pienso en el año 2020 y todas las cosas terribles que han pasado vuelvo a creer que la educación y el compromiso  de las personas es absolutamente fundamental para conseguir una verdadera  recuperación tras este desastre de incalculables dimensiones por el que hemos pasado y seguimos pasando.

Creo sinceramente que si las personas muestran respeto por la salud de sus semejantes y por la suya propia saldremos de esto mucho antes y con más garantías de una recuperación emocional, laboral, de salud, económica y en muchos más aspectos.

Es indudable que aún hay personas que piensan que esta catástrofe de la pandemia del covid es una fábula, pero desgraciadamente no es así , por tanto debemos apelar a la responsabilidad y la conciencia de cada individuo.

Tras las grandes desgracias acontecidas en la historia del mundo como epidemias, guerras mundiales o cataclismos gigantes siempre ha estado la voluntad de recuperación de los habitantes de cada lugar donde han ocurrido, esa voluntad depende muy mucho de la ilusión, de la educación recibida por esas personas y sobre todo de la perseverancia y sentido del deber común para salir adelante en situaciones muy complicadas y delicadas,  en este caso hablamos de un acontecimiento a nivel mundial pues el coronavirus ha estado presente en todos los países del mundo que conocemos , ha sido más internacional que todas las guerras que hemos vivido  y por tanto requiere de dosis de solidaridad, esfuerzo y respeto por las vidas de todos como antes ningún evento lo había hecho.

En conclusión depende mucho del comportamiento humano que el 2021 sea un año de recuperación, de pausa o un paso atrás en la evolución de la humanidad, así que pongámonos manos a la obra para la reconstrucción de nuestro planeta por el bien nuestro y de las generaciones futuras.

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