(Jesús Miguel Relinque Mota, Profesor de instituto de Málaga) Se que el título de este artículo suena duro ,pero no por ello creo que se aleje mucho de la realidad que a una parte importante de nuestra sociedad le está aconteciendo.

Mi edad 52 años profesor de instituto en Málaga , cuando yo era pequeño las familias y los amigos se preocupaban de lo que le pudiera ocurrir a sus familiares o amigos ,ya fuera malo o bueno y sobre todo si era malo, ahí estaban todos como una piña en esos momentos duros , de enfermedad, de duelo o de ruina económica ,echaban una mano al que estuviera en infortunio cada uno como podía y cada uno dentro de sus posibilidades.

Hoy en día cada uno vive su vida independiente y es raro que nos comuniquemos con los familiares asiduamente para verlos o saber algo de ellos , no es mi caso porque soy una persona muy familiar y trato de llamar o mensajear a toda mi familia ,porque me preocupo por ellos, pero si observo cada vez más una sociedad en la que el aislamiento y la despreocupación emocional y física por los seres queridos, ya sean amistades o familiares es cada vez mayor y más clara.

¿¿¿Tienen que ver en esto internet , el materialismo, el egocentrismo , el narcisismo impuesto por los medios de comunicación, la perdida de valores como la solidaridad , el cariño por los seres queridos, la humanidad, la empatía , la comprensión y la compasión???

O es simplemente el resultado de una sociedad en la que el ego , el orgullo y el aislamiento social y familiar es el dueño y señor de nuestras vidas.

Problemas no resueltos por falta de comunicación enemistan a amigos y familiares durante años y como siempre tenemos las socorridas excusas del trabajo, los niños, la casa, la segunda casa ,el coche más potente o el móvil más sofisticado que aún nos aíslan más de la humanidad y de los seres amados, pues parece que nos sentimos con autoridad moral para justificar nuestras miserias emocionales internas y no ,no tienen justificación ,el tiempo que pierdas sin ver a tu amigo o a tu familiar querido ,ya no se recupera, no tiene solución , simplemente se ha perdido y luego tienes 80 años y te das cuenta de que estás muy solo y no tienes a ese familiar o amigo tan querido porque o está ya en el más allá o porque no has hecho nada por mantener ningún contacto con él ,ni para lo bueno ni para lo malo.

Cuánto echo de menos las noches de verano en mi barrio en las que las mujeres los niños y algunos hombres sacaban sillas al portal contaban sus cosas y los niños o escuchaban o jugaban felices dando carreras por el barrio , o cuando la vecina venía y le ofrecía estofado a mi madre y mi madre al día siguiente iba a su casa y le ofrecía una tarta muy buena que había hecho al horno para la familia y para la vecina.

O cuando una anciana del primero que estaba enferma la señora me llamaba y me decía ¿Jesusito me puedes ir a por pan ? y me daba una cesta de mimbre y 100 pesetas, yo le traía dos barras de pan en diez minutos y ella me daba 5 pesetas de regalo que luego yo me gastaba en chucherías en el kiosko.

Pobre señora estaba muy sola pero cuando nos veía recordaba su juventud y hablaba un rato conmigo y me contaba cosas de su pasado y yo la escuchaba con respeto y ternura, lo mismo que otros niños vecinos míos a los cuales llamaba de vez en cuando para que fueran a comprar leche o cualquier alimento de primera necesidad para ella, porque estaba muy sola ,pero esa soledad era más llevadera con esos momentos y sabiendo que tenía vecinos que ahí estábamos para ayudarla no solo nosotros sino nuestro padres también.

Mi Reflexión es la siguiente¿ Cuál es el objetivo del ser humano :homo sapiens sapiens de la sociedad actual acumular bienes de consumo : casas ,coches buenos móviles de última generación, tablets multipropósito con mil Gs o acordarse de vez en cuando de sus seres queridos charlar un rato de anécdotas, compartir experiencias lo bueno y lo malo y quererse que desde mi punto de vista debería ser el objetivo para el que venimos al mundo y no para ser islas en las que hay cada vez más cosas materiales y menos cosas del corazón como el cariño y el amor por nuestros semejantes y sobre todo por nuestros seres queridos?

Durante la pandemia han aumentado exponencialmente el número de ancianos que han desheredado a sus hijos por ni siquiera llamarles por teléfono ,cuando sabían que tenían 70 u 80 años y no podían salir a la calle ni hablar con nadie.

Quizás es este un tema que deberíamos

analizar con mayor profundidad y no dejar caer en el olvido.

Un abrazo grande a tod@s.

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