(PACMA) La retirada de planchas de uralita pone en riesgo la supervivencia de uno de los mayores controladores de población de insectos en los municipios.

En la provincia de Málaga hay numerosos edificios con cubiertas de amianto. Este material está considerado cancerígeno, dado que la exposición mediante inhalación de las fibras que desprende está ligado al desarrollo de cáncer de pulmón y otras patologías graves. Sin embargo, es hogar de los vencejos malagueños desde tiempos inmemoriales. La ausencia de censos y la falta de previsión de los ayuntamientos en consideración de un plan compensatorio está poniendo en peligro a las colonias, que regresan en cada época de cría.

Los vencejos son aves estivales que vuelven siempre al mismo lugar que el año anterior. Anidan en oquedades de construcciones humanas desde, al menos, la Edad Media. Su dieta está basada estrictamente en insectos, pudiendo cazar alrededor de 800 diarios, aunque en momentos de cría, una pareja reproductora puede atrapar a más de 20.000. Son insecticidas naturales, ayudan a disminuir los mosquitos en verano y la transmisión de enfermedades que usan estos insectos como vectores intermediarios.

Desde SOS Vencejos apuntan que es por ello que los vencejos están protegidos a nivel internacional, europeo, estatal y autonómico. En España, los vencejos gozan de figura de protección, estando incluidos en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial. Esta categorización, prohíbe “la destrucción y deterioro de sus nidos, vivares y lugares de reproducción”, tal y como viene reflejado en la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.

Estas prohibiciones quedan sin efecto previa autorización expresa de la consejería con competencias en medio ambiente, cuando concurren algunas de las excepciones que recoge la Ley de la flora y la fauna silvestres de Andalucía. Dichas excepciones, señalan desde la asociación, vienen condicionadas por el “establecimiento de las oportunas medidas compensatorias”.

Sin embargo, en Málaga, la destrucción de los nidos de vencejos como consecuencia de la rehabilitación de los edificios para la retirada de la uralita está siendo autorizada por la Delegación Territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul ya que, dada la peligrosidad de este material, se pone en riesgo la salud de las personas, siendo ésta una de las excepciones que manifiesta la Ley.

Actualmente, los nidos están siendo totalmente sellados, imposibilitando su ocupación cuando los vencejos vuelvan el año que viene. Sin embargo, ni PACMA ni SOS Vencejos tienen conocimiento de que en los proyectos técnicos de remodelación se vayan a establecer las medidas compensatorias a las que están condicionadas las autorizaciones excepcionales. Dichas medidas podrían consistir, apuntan, en la colocación de nidales artificiales o el aprovechamiento de las mismas cámaras de aire del edificio que se están cerrando.

Desde el Partido Animalista y la asociación SOS Vencejos entienden que, en estos casos de suma importancia para la conservación de la biodiversidad de la provincia, es imprescindible que la Delegación Territorial en Málaga “ejerza sus labores de vigilancia y actividad inspectora para que estas medidas compensatorias se apliquen y, si no es así, se proponga para sanción a dichos infractores”.

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