Un total de 28 talleres educativos ‘Cómo navegar sin naufragar’, dirigidos a menores de 8 a 12 años, se han impartido en los municipios de Casabermeja, Colmenar, Totalán, Moclinejo y Pizarra
La Fundación Harena junto a la Diputación de Málaga, ha formado a más de 400 menores de la provincia sobre cómo actuar ante el peligro en internet y las redes sociales con el proyecto ‘Cómo navegar sin naufragar’. Los alumnos de siete centros de educación primaria de Casabermeja, Colmenar, Totalán, Moclinejo y Pizarra, han participado en los talleres formativos donde han aprendido cómo usar de forma adecuada las herramientas web de una manera lúdica y entretenida.
Así lo ha comunicado la vicepresidenta y diputada de Igualdad e Innovación Social, Ana Mata, junto a Angie Moreno, gerente de la Fundación Harena, y Marta Jurado, monitora de los talleres que se han impartido en los cinco municipios de menos de 20.000 habitantes de la provincia.
Según Mata, «es fundamental orientar a los menores en un uso responsable de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), educarles para que desarrollen nuevas capacidades y conocimientos a la hora de navegar por Internet, que sean conscientes de que pueden exponerse a peligros y sacar el mejor partido a lo que nos ofrecen las herramientas digitales, incorporando además de manera transversal un enfoque de género en los contenidos facilitados con el objetivo de salvar la brecha digital que existen entre niños y niñas».
El origen del proyecto ‘Cómo navegar sin naufragar’ nace por la relación cada vez más temprana de los menores con Internet. Las nuevas tecnologías y la red suponen una parte cada vez mayor de la cultura actual, especialmente para los jóvenes y adolescentes, cuyas actividades cotidianas, como hacer los deberes o jugar cada vez se hacen más a través de los teléfonos móviles, internet o las redes sociales. Según estudios de Unicef, más del 40% de los jóvenes empiezan a utilizar internet antes de los 13 años.
El objetivo principal de este proyecto es educar a los menores sobre las virtudes y los riesgos de internet de forma que se minimicen las malas prácticas en los usos de las tecnologías de información y puedan aprovechar al máximo los beneficios que se les brinda.
Para ello, se han llevado a cabo 28 talleres educativos de dos horas y media de duración por grupo en siete centros educativos de municipios menores de 20.000 habitantes, con un contenido didáctico específico para menores de 8 a 12 años, con la intención de que conozcan más de cerca las nuevas tecnologías, las normas de seguridad y los riesgos de Internet.
Además, el programa ha incluido la elaboración de una ‘Guía de seguridad en internet para niños y niñas de entre 8 y 12 años’ que incluye contenido útil y didáctico para padres y educadores, incluida una selección de páginas web que proporcionan asesoramiento para guiar a los menores que acceden y hacen uso de la red.


Los contenidos de cada taller se han impartido de forma tanto teórica como práctica. Así, en las partes teóricas, los contenidos han contado con un soporte audiovisual para hacerlos más atractivos para los escolares. La protección de la información personal, la descarga de contenidos segura, la extorsión en redes, el ciberacoso o la usurpación de la identidad en la red (phishing) son algunos de los temas abordados durante la actividad.
Hoy en día el uso de Internet y las nuevas tecnologías cada vez se hace a una edad más temprana. La sociedad se adapta a las TIC y con ello los métodos de enseñanza o las formas de entretenimiento, por lo que los menores se ven directamente afectados. Por ello, esta formación trata de acompañar a los menores desde que se introduce el empleo de internet en sus vidas.
Con este proyecto también se ha buscado dar cabida a la igualdad de género de una manera trasversal incorporando perspectivas basadas en la igualdad, el respecto y el no sexismo. Asimismo, se ha enseñado a los niños el uso adecuado de internet, han aprendido que no siempre se conoce la identidad de la persona que se encuentra al otro lado de la pantalla, siendo esto especialmente peligroso para las menores, las más afectadas por los peligros de internet.
Una vez finalizado el periodo en el que se han desarrollado los talleres, la Fundación Harena destaca que los menores de edad suelen presentar un alto grado de adicción a internet, lo cual es preocupante dado los peligros que conlleva. Por lo que es importante seguir trabajando en la búsqueda de soluciones para que el uso de las nuevas tecnologías sea responsable y saludable.
Como conclusión, la asociación destaca que el programa beneficiará de manera indirecta a unas 1.100 personas, entre menores, familiares, profesorado de los centros en los que se han impartido los talleres gracias a la guía. Asimismo, plantea la necesidad de desarrollar un programa en el que se involucren los padres y que participen en talleres formativos para que conozcan los peligros a los que están expuestos sus hijos.

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