Junta de Andalucía, Estado, Aena, Diputación y tres ayuntamientos
han trabajado sobre los planes de coordinación, activación de
medios y protocolos de respuesta en caso de siniestro real
El Aeropuerto de Málaga ha acogido hoy un simulacro de emergencias
de accidente aéreo en el que ha participado un dispositivo compuesto por cerca
de 200 operativos de las tres administraciones (Junta de Andalucía, Subdelegación
del Gobierno, Diputación Provincial y tres corporaciones locales) y
Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), en el que que se ha
requerido la activación del Plan Territorial de Emergencias de Andalucía
(PTEAnd) en situación 1 en su fase provincial, según informa el servicio

El ejercicio ha ensayado el siniestro de una aeronave, con capacidad
para 189 pasajeros y ocho tripulantes, en el momento del despegue por la cabecera
30 sobre las 9:30 horas. Los servicios de emergencia han simulado un
siniestro de una aeronave tras sufrir problemas en una rueda en la carrera de
despegue que ha provocado una salida de pista y su posterior precipitación al
margen del río Guadalhorce.

Tras el primer aviso de socorro y las actuaciones iniciales de los medios
propios del aeropuerto, incluida la activación de su Plan de Autoprotección en
su fase de ‘Emergencia General Aeronáutica – Zona E1–, se han solicitado los
medios externos mediante llamada del centro aeroportuario al 112. A raíz de la
información transmitida del accidente al centro de coordinación, se ha activado
el Plan de Emergencias Municipal de la capital costasoleña y el Plan Territorial
de Emergencias de Andalucía en su fase provincial. Con esta medida se ha
traspasado la dirección del Plan de Autoprotección del Aeropuerto a la Delegada
del Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga, Patricia Navarro.
La delegada ha resaltado la importancia de “ensayar con este tipo de
ejercicios las actuaciones conjuntas de todos los operativos para poder estar
preparados siempre en caso de que se produzca un accidente de esta
envergadura, dado que Málaga acapara un gran número de desplazamientos
aéreos de Andalucía”.

Navarro, quien ha acudido al simulacro junto al director general de
Emergencias y Protección Civil de la Junta, Agustín Muñoz, ha destacado
también el esfuerzo que realizan todas las administraciones con el propósito de
“garantizar la máxima seguridad de la ciudadanía”, al tiempo que ha asegurado
que “la preparación de todos los operativos está constantemente mejorándose
y actualizando, como se ha demostrado en este ensayo, gracias a un trabajo
permanente durante todo el año y continuo de intercambio de información y
protocolos de actuación y prevención esencial en caso de emergencia real”.

Operativos de tres administraciones
En total, cerca de 200 especialistas de los distintos grupos intervinientes,
más una treintena de voluntarios, han trabajado en un simulacro en el que han
intervenido efectivos de Emergencias Andalucía (112, Grupo de Emergencias
de Andalucía y Protección Civil), responsables de la Subdelegación del Gobierno
central con Protección Civil y La Red Nacional de Radio de Emergencia
(REMER), Guardia Civil, Cuerpo Nacional de Policía y Unidad Adscrita a la comunidad
autónoma, los servicios de los ayuntamientos de Málaga (Real
Cuerpo de Bomberos, Policía Local, Protección Civil y el Grupo de Ayuda
Psicosocial), Torremolinos (Protección Civil y Bomberos) y Alhaurín de la Torre
(Protección Civil y Policía Local), junto con personal de Diputación provincial
(Consorcio de Bomberos y Grupo Subacuático) y los servicios propios del Aeropuerto,
personal de una compañía aérea, Aena, Enaire y seguridad privada.
Los operativos han trabajado desde el control inicial del incendio de la
nave, pues se fracturó en varios partes tras la caída, el rescate de las víctimas
atrapadas en el interior del fuselaje, la clasificación e identificación de los heridos
y primeros auxilios en una sala multiusos habilitada para la ocasión, hasta
el traslado de los ocupantes ilesos y heridos leves al terminal, incluidos los trabajos
forenses y de la policía judicial y científica en la zona del accidente con el
levantamiento de cadáveres de las víctimas, junto con la localización y custodia
de las cajas negras de la aeronave, además del estudio minucioso del flujo de
vehículos de emergencia en la zona del siniestro.

Atención a víctimas y familiares

Asimismo, en el aeropuerto se ha constituido un centro de atención a víctimas
y familiares, al tiempo que se ha ensayado las actuaciones de una persona
de contacto con estas, denominada PECO, tal y como se recoge en la
normativa de accidentes aéreos.
La figura del PECO (Persona de Contacto para atención a familiares y
víctimas) informa a los familiares de las víctimas, que cuentan además con
apoyo de psicólogos de emergencia y una sala específica para aguardar noticias.
A la conclusión del ejercicio, se ha realizado una fase de evaluación y
valoración para conocer el grado de correlación entre lo planificado, programado
y realizado, además de la comparación entre las actuaciones ejecutadas
y previstas y la obtención de información para realizar los ajustes que
sean necesarios en procedimientos, dotaciones y formación a fin de estar correctamente
preparados para la gestión de la emergencia.

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