(Jesús Relinque, Profesor de Málaga) La excesiva tecnificación  del mundo es un fenómeno que muchos expertos incluidos profesores de economía de la universidad de Barcelona venían presagiando hace tiempo , indudablemente el exceso del uso de las redes sociales, internet y la altísima tecnificación en la sociedad conllevan un mayor aislamiento y dependencia de las máquinas y unos niveles muy elevados de deshumanización.

El control por parte de los gobiernos y de  grandes lobbies empresariales de los ciudadanos individuales y su falta de privacidad es cada vez mayor y la influencia del exceso de exposición a las pantallas de ordenadores, smartphones, tablets y otros dispositivos, está claramente relacionada según muchos estudios con el aumento de enfermedades como la hiperactividad, la fibromialgia y la atención dispersa en niños y adultos.

Es evidente que las relaciones sociales cercanas y la comunicación son vitales para establecer lazos afectivos entre los seres humanos , todo esto se ve aún más en peligro con la crisis del coronavirus, en la que todo se hace a través de internet y pantallas.

Sin lugar a dudas para la escuela es un hándicap tremendo, pues la relevancia de la educación presencial y la figura del maestro son fundamentales para los de estudiantes en múltiples aspectos, cito algunos de ellos : la relevancia de seguir  el ejemplo que da el de educador por parte de sus pupilos, la motivación que ejerce en su alumnado  el profesor/a,

la interacción humana entre los profesores y los alumnos , el lenguaje no verbal, ejemplo claro de ello es la gestualidad que usan los maestros al dar sus explicaciones y aclaraciones en el aula presencial etc.. etc..

El uso de la Big data o información relevante que se recoge en el ámbito educativo y en otros muchos contextos vía Internet mediante cuestionarios online, estadísticas  y otras herramientas para recabar datos.

La Big data en cuestión que en múltiples ocasiones queda olvidada o archivada, se debe utilizar para mejorar el contexto educativo y otros muchos ámbitos del mundo en el que vivimos y no dejarla postergada o relegada al olvido y la inutilidad, después de usar numerosas horas de trabajo de expertos en la recogida de dicha valiosa información.

La utilización de internet es una ayuda pero siempre debe hacerse de manera responsable.

Sin duda alguna cuando pase esta crisis del coronavirus la sociedad debe tender a normalizar la actividad habitual presencial en las escuelas y universidades, en las consultas médicas que muchas han sido virtuales, en los trabajos donde se requieran consenso reuniones y relación social humana y en todas las profesiones en general la actividad presencial es fundamental por muchas razones y creo que la principal es que el ser humano es un ser inteligente , pero lo esencial es que es un ser social y no un esclavo de las nuevas tecnologías y de la virtualidad.

Si esto no es así se verán también afectados muchos puestos de trabajo que han sido siempre esencialmente presenciales y se pueden ver sustituidos por ordenadores u otro tipo de máquinas que conllevarán el aumento del desempleo y por tanto el aumento de la pobreza y de las posibilidades de evolucionar y educarse adecuadamente por cuestiones económicas para muchos integrantes de familias en riesgo de exclusión social por cuestiones puramente económicas, pues para pensar y aprender primero hay que tener las necesidades básicas cubiertas y esto se ha demostrado en esta crisis del coronavirus con la gran brecha digital que observamos entre núcleos familiares que poseen buena condiciones económicas y otros que tienen carencias en este sentido.

La excesiva informatización del mundo es algo que ya ocurría antes de la crisis del covid 19, pero que se ha intensificado muchísimo durante esta crisis y es un fenómeno muy preocupante por la relación tan estrecha que puede tener el uso excesivo de dispositivos conectados a internet con enfermedades bastante graves y también la instalación de torretas de telecomunicaciones encima de los edificios donde residen personas cotidianamente.

Sin embargo el interés porque esto sea así es muy elevado  desde el punto de vista económico para multitud de entidades, empresas y sectores relacionados con las nuevas tecnologías.

El uso de internet y de las pantallas debe ser moderado porque sino es así las consecuencias pueden ser nefastas para la salud de niños, adolescentes y adultos.

La visita a la naturaleza, el campo , las playas, las montañas, los parques, los valles, las arboledas, los ríos etc.. son actividades totalmente saludables y altamente recomendables para niños y mayores.

Respirar aire puro, entrar en contacto con el medioambiente natural es vital para nuestra existencia , salud mental y física.

Practicar deportes al aire libre nos convierte en personas más fuertes, resistentes y con una mejor salud.

Pasear con amigos y seres queridos es una actividad altamente positiva.

Y salir con amistades o familiares a disfrutar de la ciudad o el campo es sin duda algo que se echa de menos y que cuanto antes se pueda retomar con las mayores garantías de seguridad y salud debe hacerse por el bien psicológico, sanitario y social de nuestra humanidad, siempre teniendo en cuenta rigurosamente las precauciones que las autoridades sanitarias nos recomiendan para esta nueva realidad que nos acontece.

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