El programa Escuelas de Verano se ha adaptado este año a las medidas de seguridad obligadas por la pandemia del covid19

La Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación ha puesto en marcha en Málaga 14 escuelas de verano que atienden a 777 niños y niñas entre 3 y 15 años pertenecientes a familias con dificultades económicas y/o en situación de riesgo de exclusión.

La delegada territorial de Educación, Deporte, Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Mercedes García Paine, ha realizado una visita a una de ellas, la Escuela de verano de la zona Trinidad/Perchel, que se desarrolla en las instalaciones del CEIP Bergamín de la capital.

García Paine ha declarado que “este año las escuelas de verano abarcan todas las zonas de exclusión social de la provincia, y cuentan con un presupuesto de alrededor de medio millón de euros”.

Asimismo, ha indicado que “se desarrollan entre el 1 de julio y el 31 de agosto, y permiten la contratación de 128 profesionales durante ese periodo”.

También ha señalado que “el programa, gestionado por entidades sin ánimo de lucro, tiene como objetivo garantizar tres comidas diarias (desayuno, almuerzo y merienda), así como desarrollar acciones socioeducativas y de ocio y tiempo libre. Además, estas escuelas permiten conciliar también la vida familiar y laboral”.

A la escuela de verano de la zona Trinidad/Perchel asisten 60 menores, atendidos por 10 profesionales, y está organizada por la Asociación sin ánimo de lucro NAIM (Nueva Alternativa de Intervención y Mediación).

Las Escuelas de Verano se pusieron en marcha en 2013 en desarrollo del Decreto-ley 7/2013, de 30 de abril, de medidas extraordinarias y urgentes para la lucha contra la exclusión social en Andalucía, dentro del Plan Extraordinario de Solidaridad y Garantía Alimentaria, cuyo objetivo es garantizar las necesidades alimentarias básicas de personas y familias en situación de exclusión social o en riesgo de estarlo.

La mayoría de estas escuelas se organizan en centros educativos de enseñanza primaria que, en esta ocasión, se han tenido que adaptar a las medidas de seguridad obligadas por la pandemia del covid19. Así, todas las entidades han tenido que realizar un protocolo de seguridad que incluye las acciones de protección tales como la desinfección diaria de las instalaciones, el mantenimiento de la distancia de seguridad, el lavado de manos o la utilización de mascarillas.

Igualmente, habrá un seguimiento de los participantes por si presentaran síntomas y se ha reducido la ratio de las actividades y delimitado los espacios para contar con todas las garantías.

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