(La Cala no se Tala) El pasado jueves día 15 de octubre de 2020 se celebró un nuevo encuentro en el que el Ayuntamiento presentó un informe sobre los motivos para aceptar algunas de las propuestas vecinales, pero reiteró la decisión de reducir a la mitad las moreras de la entrada, de incluir cocos plumosos en la Avenida de Málaga, y de repartir algunos de los ejemplares de las especies propuestas por otras zonas apartadas de la calle principal de La Cala del Moral.

Resulta sorprendente la insistencia de los gestores y los técnicos municipales en
caracterizar a La Cala del Moral con una palmera exótica, menospreciando el principio
de precaución que debe guiar la gestión de los asuntos públicos al desechar las
publicaciones científicas que alertan de la capacidad alergénica del coco plumoso, y el
peligro de añadir un nuevo alérgeno a los espacios urbanos, porque “aún no está
calificado como especie peligrosa”.

También nos asombra la escasa empatía con los vecinos y la poca capacidad del
ayuntamiento de evaluar el coste oportunidad de no elegir una alternativa muy abierta
como la presentada por el movimiento La Cala No se Tala frente a su obsesión de
homogeneizar todo el pueblo con cocos plumosos.

Los representantes de los vecinos se comprometieron a estudiar los planos de las
infraestructuras que quedó en facilitarles el Ayuntamiento, a elaborar una propuesta sobre
ubicaciones colocar los árboles de forma que no las dañen, y a informar de todas las
gestiones a los vecinos de La Cala del Moral y a todas las personas que se sientan
afectados por la reciente eliminación de 83 árboles.

La plantación de árboles y palmeras en nuevos espacios es una buena noticia para una
localidad donde reside el 32% de la población municipal, pero solo el 17% de los árboles
del municipio, pero los vecinos no están de acuerdo en que se haga a expensas de
arrancar los ya existentes, por lo que los representantes del movimiento vecinal La Cala
no se Tala aceptaron trabajar en una solución para que le devuelva a La Cala del Moral
su identidad, a los vecinos la sombra para la vida ciudadana y al comercio local su
clientela.

* La Cala no se Tala es un movimiento vecinal que se produjo de manera espontánea cuando el Ayuntamiento de Rincón de la Victoria (Málaga) eliminó 83 árboles de sombra de la avenida central de la localidad de La Cala del Moral, entre ellos 25 moreras que daban sombra y nombre al lugar.

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