“¡Creced, multiplicaos, dominad la Tierra!”

(Antonio Serrano Santos) El gran paso, gigantesco, más que el  primero que pisó la Luna, para la Humanidad, fue la invención de la imprenta por Gutemberg. Con la impresión de la Biblia. La comunicación de las ideas, el compartirlas, poner en contacto a los hombres, entre sí, de modo universal, enriqueciendo el saber y acercando y estrechando los lazos humanos, fue ese paso gigantesco que une el pasado y el futuro.

Comienza así, saliendo de los estrechos límites de pueblos, países y continentes, de modo rápido, seguro, la comunicación digital, los periódicos digitales, ( de la palabra, del latín, dígito: dedo) . Basta pulsar con el dedo y el universo entero entra en contacto.

Desde el hombre de las cavernas, o el antropomorfo, pasando por el “homo sapiens”, hasta el actual, civilizado, casi omnipotente, el paso de la comunicación entre los hombres, lengua, cultura, civilización, es un “ milagro” de la naturaleza humana, de sus increíbles posibilidades.

Todo esto podemos llamarlo Tecnología. Es decir, el estudio y uso de las capacidades y resultados del trabajo intelectual y físico del hombre. Tecnología es el poder usar los medios de comunicación, digitales, y todo lo que por este medio se consigue, descubre y ayuda a mejorar la Humanidad. Así como puede ocurrir lo contrario: ser un instrumento de perversión, de destrucción, de separación entre los humanos.

Todo esto entra en el plano de lo físico, intelectual, y hasta psicológico y trascendente. Porque no podemos olvidar lo que es el hombre: mente, o espíritu, y cuerpo físico .

De ahí que el subtítulo de este artículo es una conocida frase del Génesis, de la Biblia: “ Creced, multiplicaos, y dominad la Tierra”. Y el título: Tecnología, como relación necesaria con el texto del artículo.

Me voy a referir a la mejor tecnología aplicada a los medios digitales de comunicación, y, de modo especial, al periodismo digital. Si en el Génesis Dios dice, invita o manda: “¡ Creced, multiplicaos, dominad la Tierra!”, los dos primeros mandatos no hace falta ya demostrarlos. El tercero está por realizarse por completo. Si es cierto este mandato, su realización depende de las capacidades que tenga o haya recibido el hombre; si no, es absurdo mandar lo que no se puede. Y así, está capacitado de esa posibilidad al servicio de la Humanidad y la va realizando desde las pinturas rupestres hasta los infinitos contactos con el universo camino, incluso, hacia, hasta ahora, el desconocido infinito final, si lo tiene, del espacio universal.

En milésimas de segundo, un clic con el ratón del ordenador, o el dedo en el móvil, informa y pone en contacto el mundo entero. Parece increíble que el hombre, por sí solo, haya sido capaz de semejante proeza. Tenía la capacidad, pero no era su autor, porque la encontró en sí mismo desde su concepción o nacimiento. El alcance de lo que se escribe y se envía a los medios sociales hay que reconocer que su extensión, importancia y trascendencia, su influencia en la sociedad, es algo fabuloso, indescriptible. Desde el llamado, con gran acierto, “Cuarto Poder”, la prensa, en sus inicios. Hoy, las redes sociales se han convertido en el “ Quinto Poder”.

Ambos son los que informan y forman la opinión pública. Son los capaces de hacer caer un gobierno, crear una revolución, cambiar el destino de la Historia, confundir el bien y el mal. Actúa negativamente cuando busca y publica la noticia, en sí, no la verdad o falsedad de la misma. Desinforma, así, y deforma la opinión de sus lectores. O cuando es esclava de las ideologías y no es independiente.

¡Cuánto bien hace la noticia con total veracidad, sea agradable o no, pero que nos pone al corriente de los sucesos, nos avisa de los peligros, de la bondad, maldad o falsedad de otras noticias! Es valiente, se diría que heroica, la actitud de los directores de los medios sociales que no se dejan llevar por tantas tentaciones y provocaciones de otros medios y personas para atraerlos a su fácil y falsa forma de informar.

El cuatro de diciembre de 1,963, durante el Concilio Vaticano II, fue, precisamente, la Iglesia Católica la que declaró el “ Día Mundial de las Comunicaciones Sociales”. Y eligió como Patrón de los periodistas y escritores católicos a San Francisco de Sales, gran impulsor de esas comunicaciones, en un principio, a base de escritos en papeles y cartas que repartía por todas partes, consiguiendo una gran publicidad y aceptación. Hoy, la Iglesia utiliza y recomienda mucho el uso de los medios sociales para su misión evangelizadora.

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