(Por Moisés Palmero Aranda Educador Ambiental) Buscando un nombre épico, corto y fácil de recordar, barajábamos la Quematurrones, la Haciendohueco, la Criticona, la Inocentona o la Hastaluego caracola, pero nos hemos decantado por la Bajabalates para denominar, extraoficial, coloquial y resumidamente, a la primera marcha-jornada-caminata-paseo-sendero-voluntariado-itinerario educo-festivo-humorístico-deportivo-saludable-crítico por Punta Entinas Sabinar, que realizaremos el próximo 27 de diciembre.
Pero no lo tenemos muy claro; de hecho, el mar de dudas y las reglas del SEO, el posicionamiento digital, sigue zarandeando cada una de las ideas que proponemos. Así que estamos abiertos a sugerencias, porque poner toda esa retahíla en un cartel es complicado. Por eso, tirando de navaja, la de Ockham, hemos simplificado a lo de itinerario didáctico, que es lo que siempre ponemos en las actividades coorganizadas con la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de El Ejido, y donde se enmarca la actividad.
Sabemos que no es la mejor opción, porque parece la más aburrida, pero con ella, en verano, dejamos claro que no vamos a hacer deporte, a andar con la cabeza gacha buscando récords personales de pasos y calorías quemadas, sino que pretendemos pasear, hablar, observar, parar, escuchar, oler, tocar e incluso saborear el Espacio Protegido. Sin embargo, en esta, la última del año, o de nuestro alargado periodo estival, aunque estemos inaugurando el solsticio de invierno, tenemos otros objetivos y, si a alguien no le gustan, como Groucho, tenemos otros, para que cada uno se quede con el que prefiera.
El principal es conocer mejor este rinconcito del mundo tan singular, aprender a mirarlo, sentirlo y amarlo, que, al fin y al cabo, es lo que nos llevará a defenderlo, protegerlo y conservarlo. En esta época, con las lluvias recibidas, está precioso, irradiando belleza, alegría y espectaculares colores; desde el desapercibido e intenso (cuando ves una foto lo descubres) azul del cielo, hasta los diferentes matices de verdes de los lenticos y las sabinas, pasando por los reflejos rosados de los flamencos que han decidido no irse muy lejos, el brillo dorado de las calcarenitas de los Alcores y el rojo vivo de las patas de los calamones. De los negros neumático, blancos petaca de gasoil y multicolores plastificados, mejor no hablar, que nos cabrean y rompen la magia de lo que queríamos transmitir.
Pero también es una buena manera de despedir, desprenderse y atesorar los recuerdos del año que se va y recibir con ilusión y nuevos propósitos al que se acerca; de hacer un poco de deporte para bajar los excesos de las comilonas de Noche Buena y Navidad que hacen balate, y dejar hueco para las uvas, el champán y el roscón de Reyes; para conmemorar entre risas el día de los Santos Inocentes que por aquí no se estila mucho; de custodiar, vigilar y denunciar las atrocidades de los vertederos que se multiplican como cucarachas, los perros sueltos o las incursiones de vehículos no autorizados, entre otras; y comprobar, celebrar, proponer, aplaudir o criticar, las actuaciones que la Junta de Andalucía está llevando a cabo desde hace unas semanas poniendo talanqueras, carteles y cerrando caminos con piedras que en un principio parecen definitivas, inamovibles e insalvables (aunque tristemente sabemos que no lo serán) para que los obtusos cortos de entendederas comprendan que están en un Paraje y Reserva Natural único en el mundo y que sus coches no están permitidos.
Es una ruta sencilla, lineal, de dificultad baja porque es todo llano, salvo por los dieciséis km, casi diecinueve (dos San Silvestres, pero no queremos decirlo muy alto por si alguno se asusta más de la cuenta), gratuita, abierta a todo el mundo, incluso a los niños si son andarines y no vienen obligados, y a los perros siempre que vengan con su correa de paseo.
Nuestro destino es la puerta del Faro del Sabinal y comenzaremos a las nueve en el Centro de Interpretación de Punta Entinas Sabinar de Almerimar. Intentaremos (no prometemos nada) pararnos estrictamente lo necesario para interpretar lo que vemos, no volver muy tarde y no romper el ritmo, que pretendemos sea el adecuado para todos y nos permita tener agradables conversaciones sin llevar la lengua fuera y tener agujetas durante una semana.
A ver si el tiempo nos respeta y conseguimos que la, por ahora, Bajabalates se convierta en una cita obligada cada año por estas fechas. Quizá, para próximas ediciones, podemos terminar dándonos un baño entre posidonias y tomándonos un refresquito a la orilla de la playa. Pero mejor terminamos esta y ya veremos qué nos depara el futuro. Mientras tanto, Felices Fiestas y cuidadito con la gripe, que viene pisando fuerte y no queremos que os impida venir a caminar por Punta Entinas Sabinar.










