La comunidad científica andaluza ha dado un paso adelante en la lucha contra las noticias falsas con el desarrollo de una innovadora plataforma digital centrada en el pensamiento crítico. La iniciativa forma parte del proyecto “De pantallas a ventanas: un proyecto contra la desinformación digital”, liderado por investigadores de la Universidad de Sevilla en colaboración con la empresa Civiencia y bajo el paraguas de la Oficina de Ciencia Ciudadana de Andalucía, que coordina la Fundación Descubre junto a la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación y la Universidad Pablo de Olavide.

Con la participación activa de más de 500 personas, entre asociaciones vecinales, ONGs, centros educativos y estudiantes universitarios, el proyecto ha conseguido trazar una radiografía realista de los retos sociales frente a la desinformación. Su principal resultado: una herramienta web participativa diseñada para formar a la ciudadanía en la detección de bulos y fomentar una actitud crítica frente a la avalancha de contenidos engañosos que circulan en internet y redes sociales.

Una herramienta construida desde la base social

A diferencia de otras propuestas, esta plataforma digital se ha construido con un enfoque ascendente, tomando como punto de partida las dudas, percepciones y necesidades expresadas por la ciudadanía en talleres, sesiones formativas y entrevistas focales. A través de este proceso participativo, el equipo investigador ha diseñado un sistema pedagógico basado en árboles de decisión, que guía al usuario de forma personalizada a través de distintos itinerarios de aprendizaje interactivo.

Este modelo permite comprender cómo influyen los mecanismos psicológicos y de comportamiento en la credibilidad que otorgamos a los mensajes falsos, y ofrece al usuario recomendaciones claras: contrastar fuentes, desconfiar de contenidos excesivamente emocionales y evitar compartir información si no se tiene certeza sobre su veracidad.

Educación, pensamiento crítico y ciencia al servicio de la sociedad

El proyecto se estructura en varias fases. Inicialmente, se elaboró un mapa conceptual de los factores que determinan la creencia en bulos, acompañado por una revisión sistemática de la literatura científica sobre el tema. Posteriormente, se analizaron las percepciones ciudadanas mediante sesiones prácticas con colectivos especialmente vulnerables a la desinformación, como personas mayores o estudiantes de secundaria.

La iniciativa ha contado con el respaldo institucional de entidades como la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), Fundación Ibercivis, el Instituto de Academias de Andalucía, la ONCE Andalucía y la Sociedad Andaluza para la Divulgación de la Ciencia, entre otros organismos.

Un modelo replicable para alfabetización mediática

Según el investigador principal del proyecto, Vicente Manzano Arrondo, la clave de esta herramienta está en su utilidad práctica: “Queremos que cualquier persona, independientemente de su nivel formativo, aprenda a reconocer una noticia falsa y se convierta en un agente activo frente a la desinformación”.

La plataforma pretende ser un recurso abierto y replicable, aplicable en contextos educativos, comunitarios y sociales, como parte de una estrategia de alfabetización mediática más amplia que permita empoderar a la ciudadanía frente al impacto negativo de los bulos en la convivencia y la democracia.