La Consejería de Cultura colabora por cuarto año consecutivo con el Liceo Francés de Málaga y la Aliance Française en esta actividad.
La Consejería de Cultura, a través del Centro Andaluz de las Letras (CAL), colabora con el Liceo Francés de Málaga y la Aliance Française de Málaga en la IV edición del ciclo ‘Cinephilo’, un ciclo de películas francesas clásicas presentadas y comentadas con el público por Sébastien Courtois, profesor de filosofía del Liceo. El objetivo de este ciclo de proyecciones es promover un acercamiento a la filosofía a través del cine y de un debate abierto con el público.
Las proyecciones comenzaron en diciembre con la película rusa ‘Leviatán’ (2014), de A. Zviáguintsev; y se retoman mañana día 11 con ‘Cuento de verano’ (1996) del director francés E. Rohmer. El ciclo finalizará el 8 de febrero con el documental ‘Roland Barthes, el teatro del lenguaje’ (2015) de Thierry y C. Thomas. Las películas se proyectan en francés con subtítulos en español a las 19 horas en la sede del Centro Andaluz de las Letras y la entrada es libre hasta completar el aforo.
‘Cuento de verano’ es la tercera de la serie ‘Cuentos de las cuatro estaciones’, de la que forman parte además, ‘Cuento de primavera’ (1990), ‘Cuento de invierno’ (1992), y ‘Cuento de otoño’ (1998), todas ellas dirigidas y escritas por el propio Rohmer. ‘Cuento de verano’ glosa las relaciones de amistad y de aproximación al amor de unos adolescentes que juegan a mayores, entre inseguridades, dudas, inquietudes, inexperiencia, curiosidad y temor al fracaso. Los cuatro hacen uso de simulaciones, ocultaciones, pequeñas mentiras, palabras ambiguas y falsas apariencias, para protegerse de compromisos que no desean y de debilidades que no quieren revelar. Como es habitual en el realizador, el azar ocupa un lugar relevante en la historia. La amistad fluye con facilidad y los conflictos de intereses se apuntan con la superficialidad propia de unas relaciones de verano, efímeras y breves. La acción combina escenarios naturales, muy variados, y diálogos sencillos y naturales, que contienen la belleza de la sinceridad y la espontaneidad. No queda del todo claro si Gaspard juega con las tres chicas una historia de leves enredos o si son las chicas las que se sirven de él para dar sentido a unas vacaciones intrascendentes, de sol, música, baile y conversación. Nada serio puede cuajar en tres semanas, pero las tres muchachas y Gaspard salen enriquecidos en