(FLL) En los últimos tiempos, los medios de comunicación han sido objeto de severas críticas en relación con su papel en la política española. Se nos acusa de fomentar bulos y mentiras, de estar comprados por los partidos políticos, de perder nuestra independencia y de servir como meros altavoces de intereses partidistas. Sin embargo, es crucial recordar que la mayoría de quienes conformamos el colectivo periodístico en España somos personas de vocación, dignidad y, sobre todo, imparcialidad en cuanto a la información que se debe dar.
Es cierto que existen presiones y tentaciones en el mundo de la comunicación, pero es nuestro deber como periodistas mantenernos fieles a los principios éticos y profesionales que rigen nuestra labor. Nuestra misión es informar con veracidad, objetividad y rigor, proporcionando a la ciudadanía una visión completa y equilibrada de los acontecimientos políticos y sociales que acontecen en nuestro país.
Es importante destacar que la independencia periodística es un pilar fundamental de la democracia. Los medios de comunicación libres y plurales son indispensables para garantizar el derecho a la información y para fiscalizar el poder político. Somos el cuarto poder, y nuestra labor es crucial para mantener la transparencia y la rendición de cuentas en la sociedad.
Por otro lado, es necesario señalar que la responsabilidad última recae en los ciudadanos. Es vital que la sociedad demande un periodismo de calidad, crítico y libre de influencias partidistas. Debemos ser exigentes con los medios de comunicación y no tolerar la manipulación ni la desinformación.
En cuanto a las acusaciones de generar bulos o mentiras por los partidos políticos, es importante recordar que nuestra lealtad debe estar siempre con la verdad y el interés público. Si bien es cierto que los políticos pueden intentar influir en la agenda mediática y en la difusión de determinadas informaciones, somos nosotros, los periodistas, quienes debemos ejercer nuestro juicio crítico y no caer en la trampa de la manipulación.
En resumen, la independencia periodística es un valor indispensable en Vanguardia de la sociedad con una Voz clara a favor de La Democracia, Popular, por La Juventud, por El Pueblo, Estando en todas las Ondas, para Ser tajantes y con Cero aprobación a la censura previa. Es nuestra responsabilidad como periodistas defenderla y preservarla, y es el derecho de los ciudadanos exigir un periodismo honesto, imparcial y comprometido con la Verdad. En un Mundo donde las alianzas y las manipulaciones son moneda corriente, nosotros debemos ser el contrapeso, la voz de la Razón y la garantía de una sociedad y un País informados y democráticos.