(CCOO) El Sindicato de Enseñanza de CCOO de Málaga denuncia que la política educativa de la Delegación Territorial de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de Málaga sigue siendo, a pesar de que haya matrículas para el siguiente curso escolar, la de suprimir unidades escolares, recortar el gasto público, sobre todo, en recursos humanos, y aumentar las ratios. Todo ello, sin tenerse en cuenta el aumento del alumnado de necesidades específicas de apoyo educativo que sigue sin contar con los especialistas adecuados para atenderlos como establece la legislación educativa. El último caso ha sido el registrado en el Colegio García Lorca de la capital, donde dicha Administración suprimió el pasado año una unidad de infantil de 3 años. CCOO ha exigido a Educación que autorice dicha unidad para el próximo curso ya que hay matrículas suficientes para ello.

La supresión de unidades escolares no es una novedad en la educación pública por parte del Gobierno Andaluz. El año pasado le tocó al CEIP García Lorca de Málaga. Un centro, que según ha explicado la secretaria general de CCOO Enseñanza en la provincia, Yolanda Gamero, “cuenta actualmente con dos unidades de 3 años con 25 menores en cada aula, ya que en el curso 23/24 perdieron su tercera unidad de tres años”. Gamero ha añadido que “este colegio ha recibido para el próximo curso escolar más solicitudes que plazas disponibles, 50 actualmente, por lo que 11 familias de infantil de 3 años, más 4 para infantil de 4 años, se quedarán sin la posibilidad de estudiar en el colegio que han elegido como primera opción”.

Al respecto, la líder sindical ha denunciado que “estos menores que se quedan sin plaza en el CEIP García Lorca tendrán que ser reubicados en colegios de la zona que quedan alejados de su zona de residencia, perjudicando a estas familias y tanto en su derecho a la libre elección de centro educativo, como en su conciliación laboral y familiar”.

Además, estos recortes suponen aumentar las ratios y perder profesorado y especialistas para prestar una atención educativa de calidad, unido a que a la larga supondrá una pérdida progresiva de alumnado. Hay que tener en cuenta, que según el número de unidades (aulas) de un centro educativo público, se establecen tanto los recursos económicos como humanos. La supresión de unidades en un centro merma la calidad educativa porque conlleva menos recursos para el centro, menos profesorado, menos personal de apoyo y en general, menos presupuestos para su funcionamiento.

Por su parte, el responsable de Pública Docente de CCOO en Málaga, Santiago Ramírez, ha añadido que “las familias y el profesorado están desbordados ante esta situación límite a la que hemos llegado”. Además, el representante sindical ha añadido que “así es como esta Administración educativa gestiona en nuestra provincia los centros educativos públicos porque así entienden nuestro sistema educativo, desde una visión puramente mercantilista. Para ella, no se trata de personas sino de números y cifras. El problema es que desde el Servicio de Planificación ya se está normalizando que las ratios se eleven a cifras extremas, sin contar al alumnado que luego en determinadas circunstancias deban ser aceptados en el centro durante el curso académico o tengan necesidades educativas especiales que requieren más atención”.

Por eso, Ramírez ha resaltado que “menos es más, menos ratio implica mayor calidad educativa, una atención más individualizada, mayor éxito escolar y menor abandono y fracaso en nuestro sistema educativo sobreexplotado”. Asimismo, el líder sindical ha manifestado que “la masificación en las aulas provoca problemas de convivencia debido a la falta de espacio y a los problemas de desplazamientos y movilidad por las instalaciones del centro”.

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