(PACMA) contesta al Consistorio mijeño que será la justicia la que determine si el burro fallecido fue debidamente atendido
• El partido político ha solicitado una reunión con los responsables municipales para tratar el asunto
Después de que PACMA denunciara la muerte de un burro explotado en el servicio de burro-taxis de Mijas, tanto el Ayuntamiento como los responsables del servicio se han unido para mostrar, a modo de excusa, un supuesto informe veterinario que, más que desprender buenas prácticas con estos animales, dejaría en evidencia la presunta despreocupación con la que se trató a un animal enfermo. Según la versión de los responsables municipales y del empresario que explotaba al animal, un veterinario lo habría atendido puntualmente para después dejarlo solo y sin ninguna vigilancia hasta que falleció agónicamente en la cuadra, una especie de zulo sin luz, con escasa ventilación y lleno de excrementos. “Un cólico es algo serio y puede llegar a ser mortal en los equinos, como es el caso. Ese animal debió de ser trasladado a un lugar en el que estuviera bien atendido y vigilado. Y en el caso de que de verdad su problema no hubiera tenido solución, que al menos se le administrase en el momento de la muerte un tratamiento que le hubiera evitado el sufrimiento. Un zulo sucio y sin ventilación no es el lugar donde dejar a un animal enfermo”, explica el veterinario de PACMA en Málaga, Agustín González. Además asegura que en el lugar, y a la hora en la que aseguran que se atendió al animal, no hay luz y por lo tanto “las condiciones no habría sido las adecuadas para tratar una enfermedad tan grave”.
El Partido Animalista ha pedido una reunión con el Ayuntamiento para tratar el asunto. Al mismo tiempo, recuerda que corresponde a la Justicia determinar si se produjo alguna infracción. La Ley de Protección de Animales de Andalucía obliga a suministrar a los animales la asistencia veterinaria que necesiten y el Real Decreto 348/2000 por el que se incorpora la directiva 98/58/CE relativa a la explotación de animales en las explotaciones ganaderas dicta que los propietarios deben adoptar las medidas adecuadas para asegurar el bienestar de los animales con vistas a garantizar que estos no padezcan dolores, sufrimientos ni daños innecesarios. “Se debió hacer más que una simple consulta veterinaria y un analgésico, si es que de verdad fue así. Prueba de ello es que a las horas murió sin asistencia y los únicos que lo advirtieron fueron los vecinos que escucharon al burro lamentarse de dolor. Entendemos que se actuó con despreocupación. Pero esto es una prueba más de lo que pasa cuando el único motivo por el que mantienes a los animales vivos es por el rendimiento económico que te generan”, explica el portavoz de PACMA, Andrés Cardenete.
Al mismo tiempo, lamenta que el Ayuntamiento de Mijas “siga sin entender que el municipio ya no necesita mantener a animales explotados y permanentemente atados para atraer turistas, ni las familias para obtener ingresos”. Por lo que el Partido Animalista vuelve a solicitar al Ayuntamiento el fin del servicio y la reconversión de las empresas que se dedican a él. “No queremos que nadie se quede en paro, queremos que se actualicen. Ya hay servicio de coches eléctricos para que los turistas recorran Mijas, pero cada vez que hemos denunciado, el Ayuntamiento y los arrieros se han apandillado para defender una práctica innecesaria, desfasada y que incumple normativas a todos los niveles”, concluye Cardenete. La propuesta de PACMA incluye la creación de un lugar adecuado para que los burros tengan un retiro digno.

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