El responsable del distrito en el grupo socialista, Salvador Trujillo, acompaña desde hace un año a los vecinos en una dura negociación con una promotora que quiere alzar viviendas de lujo en un núcleo de población ofreciendo «una miseria de justiprecio» a sus moradores, que llevan casi medio siglo en sus viviendas

El concejal socialista Salvador Trujillo, responsable del distrito de Churriana en este grupo municipal, ha pedido al equipo de gobierno «que atienda las demandas de atención de los últimos residentes de la Realenga de Wittemberg», un núcleo de población donde una promotora de viviendas de lujo comenzó a comprar suelo para «en la época en que Paco de la Torre era concejal de Urbanismo». A día de hoy, «los ánimos están encendidos, porque esta promotora está ofreciendo una miseria a los últimos residentes, que se niegan a abandonar sus casas», mientras que «están recibiendo insultos, amenazas e incluso agresiones por parte de los operarios que se dedican al derribo de viviendas ya desalojadas».

Trujillo ha mostrado a los medios de comunicación la denuncia interpuesta en la Jefatura de la Policía Local de Churriana por parte de A. C. L. L. este viernes 1 de marzo, porque «a las 11.30 horas de la mañana, tres operarios con una máquina retroexcavadora han comenzado a lanzar escombros en la casa del denunciante», ha explicado el edil del PSOE. Trujillo, que ha acompañado al vecino a interponer la preceptiva denuncia, ha presenciado cómo uno de los operarios, «que parecía ser el jefe, se ha dirigido al vecino de la Realenga de Wittemberg y le ha increpado, le ha alzado la voz y le ha amenazado diciéndole : algo malo te va a pasar».

De esta manera, Salvador Trujillo que «se están utilizando modos de asustaviejas contra estos vecinos, que no quieren abandonar sus casas porque la promotora, que pretende construir viviendas de lujo y un campo de golf no quiere compensarles de una manera justa». Apenas queda una veintena de familias que no han aceptado el intercambio de una residencia. «Con 100.000 euros que nos dan por mi casa, que tiene dos plantas y cuatro habitaciones y está de lujo, no podemos encontrar ni un piso de 40 metros cuadrados en Málaga capital. El Ayuntamiento nos ha abandonado y es vergonzoso que permitan que vengan aquí a insultarnos y a tratar de amedrentar a nuestras familias», se ha lamentado el residente denunciante.

Reunión con la plataforma El Perchel No Se Vende

El concejal socialista Salvador Trujillo ha señalado que la victoria vecinal de los últimos residentes de Callejones del Perchel, que han obtenido un precio justo por el abandono de sus hogares en renta antigua, ha inspirado a los vecinos de la Realenga de Wittemberg. Es por esto por lo que el edil socialista se ha reunido con representantes de ambas partes para que los vecinos de Churriana tomen nota de las acciones que en su día tuvieron que llevar a cabo las familias de El Perchel. El portavoz de la Plataforma El Perchel No Se Vende, Enrique Gutiérrez, y el abogado defensor de los vecinos, Francisco Gutiérrez, consiguieron el apoyo de los grupos de la oposición para llevar varias iniciativas y mociones al pleno del Ayuntamiento de Málaga porque «no hay mayor drama que te quieran echar de tu casa, más cuando tu vivienda se encuentra en un barrio con identidad que será arrasado por la apisonadora del turismo de masas y los pisos turísticos», ha expresado el concejal socialista.

Ahora, el PSOE pretende «que las voces de la Realenga de Wittemberg lleguen al salón de plenos otra vez, como en su día llevamos las de los vecinos de El Perchel. Málaga debe prosperar, pero sin abandonar a los malagueños. A las familias humildes les echan de sus casas por cuatro reales, mientras que a nuestros jóvenes, en edad de emancipación, los precios por las nubes en alquiler y compra les obligan a hacer la maleta para ir a municipios con alquileres asequibles, abandonando sus barrios», ha zanjado Salvador Trujillo.

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