En un firme posicionamiento, el Colegio de Enfermería de Málaga ha defendido el derecho de los profesionales de instituciones sanitarias y sociosanitarias a acceder a la jubilación anticipada voluntaria. Reconociendo públicamente las condiciones laborales exigentes y el desgaste físico y emocional inherentes a la profesión, se busca garantizar el bienestar de las enfermeras, así como promover una atención sanitaria de calidad y sostenible.

El Colegio de Enfermería de Málaga ha defendido con firmeza la implementación de la jubilación anticipada voluntaria para los profesionales de instituciones sanitarias y sociosanitarias. Como ha argumentado José Miguel Carrasco Sancho, presidente del Colegio, “es imprescindible el reconocimiento de este derecho, permitiendo a los profesionales de la Enfermería acceder a la jubilación a partir de los 60 años, en consonancia con las condiciones laborales desafiantes y la dedicación inquebrantable que han demostrado a lo largo de su carrera”.

En el desempeño de su labor asistencial, los profesionales de la Enfermería enfrentan condiciones de penosidad, peligrosidad, toxicidad e insalubridad. Estas circunstancias, sumadas a la carga física y emocional que conlleva el cuidado de los pacientes, pueden tener un impacto significativo en la salud y el bienestar de los enfermeros. Por tanto, ha explicado el presidente, “resulta fundamental que se realice un estudio exhaustivo que evalúe de manera precisa y objetiva las condiciones laborales a las que están expuestos, a fin de respaldar su derecho a la jubilación anticipada voluntaria”.

Por todo ello, el representante de la Enfermería malagueña, José Miguel Carrasco Sancho, ha manifestado su firme apoyo a esta reivindicación. Según sus palabras, «la jubilación anticipada voluntaria para los profesionales de instituciones sanitarias y sociosanitarias es una medida legítima, justa y clara. Es un derecho que debe reconocerse en base a la dureza física y psicológica que conlleva su labor asistencial, la cual han desempeñado durante tantos años al servicio de la salud de la población».

La solicitud de la jubilación anticipada voluntaria se basa en la necesidad de preservar la salud y el bienestar de los profesionales de enfermería, reconociendo el agotamiento físico y emocional que puede derivarse de su trabajo constante y exigente. Además, ha proseguido José Miguel, “esta medida permitiría el rejuvenecimiento progresivo de las plantillas, brindando oportunidades laborales para nuevas generaciones de enfermeras, y garantizando una atención de calidad y sostenible para la ciudadanía”.

Por todo ello, desde el Colegio creemos que es fundamental que las autoridades competentes tomen en consideración esta demanda legítima y actúen en consecuencia, estableciendo un marco normativo que respalde la jubilación anticipada voluntaria para los profesionales de enfermería en instituciones sanitarias y sociosanitarias. “El bienestar y la calidad de vida de las enfermeras, así como la continuidad y la excelencia en la atención sanitaria, dependen de ello” ha concluido el Presidente.

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