Se celebra del 2 al 5 de mayo con una peregrinación desde el Santuario de la Virgen de la Victoria de Málaga hasta la ermita de la sierra del Valle de Abdalajís, donde se celebra una romería en la que participan más de 3.000 personas

Es la XXVII edición de la peregrinación y la LXX de la romería, que viene celebrándose desde 1954

Del 2 al 5 de mayo se celebra en el municipio de Valle de Abdalajís la tradicional Romería y Peregrinación del Santo Cristo de la Sierra, una festividad declarada de Singularidad Turística por la Diputación de Málaga que tiene lugar cada primer fin de semana de mayo. Este año se celebran la 27º edición de la peregrinación y la 70ª de la romería.

Así lo ha dado a conocer el vicepresidente y diputado de Cultura, Manuel López Mestanza, junto al concejal de Cultura de Valle de Abdalajís, José Antonio Rivero, y María Blanca Castillo y Juan José Florido Gómez, representantes de la Asociación Cultural Cristo de la Sierra.

La historia de esta festividad se remonta al momento en que un pastor encontró el Santo Cristo de la Sierra en la sierra de la localidad, siendo tal la devoción que demostró el pueblo que antes de la Guerra Civil se restauró para él una ermita del siglo XIX. Se tiene constancia de que la primera romería en su honor se celebró en el año 1954. Hoy día, es la Asociación Cultural Cristo de la Sierra, creada en 1978, la encargada de recuperar, mantener y organizar la romería.

El Santísimo Cristo de la Sierra es venerado todo el año en su ermita, y solo el jueves previo al primer domingo de mayo es bajado a la parroquia San Lorenzo Mártir del Valle de Abdalajis para que las personas que por motivos de salud no pueden subir a la ermita puedan visitarlo en la iglesia. La bajada se realiza en procesión a hombros de niñas vestidas de blanco con claveles blancos y rojos.

La peregrinación comenzó porque un grupo de personas que vivían en la capital querían peregrinar a la ermita. Durante los primeros años, los peregrinos partían desde la Avenida de la Aurora, y no fue hasta 2001, debido al número cada vez de mayor de peregrinos, cuando se empezó a salir desde el Santuario de la Virgen de la Victoria, patrona de la diócesis. Aquí se celebran la eucaristía de inicio y una ofrenda floral antes de comenzar la peregrinación, que pasa por las localidades de Pizarra y Álora, donde también se hacen ofrendas florales a la Virgen de la Fuensanta y la Virgen de la Cabeza, respectivamente. Al llegar a Valle de Abdalajís, se hace una última ofrenda de flores a la Virgen de los Dolores, patrona del municipio.

La peregrinación dura dos días, y los peregrinos hacen noche en el las inmediaciones del arroyo Causino. El simpecado (insignia que marcha delante de las cofradías de la Virgen) con el que se realiza la peregrinación es obra de Fernando Marmolejo, orfebre sevillano cuya familia está fuertemente vinculada a la romería y al Cristo. Uno de los momentos más destacados es la entrada del simpecado en Valle de Abdalajís, donde los vecinos engalanan las calles y lanzan flores y vivas a la comitiva en su camino hacia la plaza del pueblo, donde el Santísimo Cristo de la Sierra espera a todas las carretas, caballistas y peregrinos.

Otro acto importante es la celebración de la misa dominical en la plaza de San Lorenzo. Finalizada la misa, la carreta del Santo Cristo continúa hacia el recinto de la romería. Momento emotivo es la llegada de la comitiva a la residencia de mayores San José de la Montaña y casa natal de Madre Petra. Es ahí cuando la imagen del titular se encuentra con la de la Beata Madre Petra de San José. A la llegada al cementerio, los peregrinos pueden depositar un clavel bendecido en la tumba de sus seres queridos.

La romería finaliza con la subida del Santísimo Cristo de la Sierra a su ermita.

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