Con esta exposición, la Fundación Málaga, propietaria de la serie de grabados y cedidos en depósito al Museo Casa Natal Picasso, se suma a los actos en conmemoración del 50 aniversario de la muerte del artista

La Colección del Museo Ruso acoge hasta el 5 de noviembre la muestra ‘Picasso. La Suite de los Saltimbanquis’. Se trata de la primera serie de grabados realizados por el artista malagueño, con las técnicas del aguafuerte y la punta seca, que está cedida en depósito desde 2005 por la Fundación Málaga en el Museo Casa Natal Picasso. Mediante la exposición completa de la serie, la fundación malagueña ha querido añadir su testimonio y homenaje a los actos en conmemoración del 50 aniversario de la muerte de Pablo Picasso.

La presentación ha tenido lugar este viernes en un acto que ha contado con la presencia de la concejala de Cultura y Patrimonio Histórico, Mariana Pineda, el presidente y el gerente de la Fundación Málaga, Juan Cobalea y Gonzalo Otalecu, respectivamente, y Salvador Bonet, del Centro de Documentación del Museo Casa Natal Picasso, que ha sido el encargado de explicar los detalles de la muestra.

Durante la presentación, el presidente de Fundación Málaga, Juan Cobalea; destacaba la relevancia que supuso para Málaga y su cultura el hecho de que la Fundación Málaga -gracias a sus patronos y entidades colaboradoras- pudiera asumir esta gran empresa que fue la adquisición de esta colección que ha hecho posible que Málaga esté presente en ciudades de todo el mundo. Cobalea agradecía a sus patronos y colaboradores que sean los responsables de que grandes hitos como éste se hagan posible a la vez que animaba a las instituciones y empresas a colaborar con Fundación Málaga para continuar esta estela de desarrollo cultural mediante la colaboración público-privada.

‘La Suite de los Saltimbanquis’ se compone de quince estampas reunidas y editadas por Ambroise Vollard en 1913. Esta primera serie de grabados que realizó Picasso entre 1904 y 1906, en el instante del tránsito entre sus conocidas épocas azul y rosa, combina los temas y las formas de ambas etapas, mostrando una absoluta maestría en el dibujo y en las técnicas gráficas.

En esta obra recoge escenas de pobreza, elegantes y delicados retratos de mujer, escenas de saltimbanquis y de circo, personajes circenses, escenas familiares protagonizadas por acróbatas, dos versiones, diferentes y hasta opuestas en su tratamiento, de la historia bíblica de Salomé y un sutil paisaje en el que se observan jinetes y caballos.

Entre estas imágenes destaca una obra maestra indiscutible convertida en icono del arte del siglo XX: ‘La comida frugal’. En una habitación austera, se observa a dos personajes de condición humilde sentados a la mesa. La comida, apenas pan y vino, introduce al espectador en un París diferente a la Belle Époque donde no solo había bailes, elegancia y opulencia, sino también adicciones, pobreza y miseria.

En ‘La Suite de los Saltimbanquis’ se puede observar cómo los personajes van evolucionando con la obra. En un principio, ‘La comida frugal’ y ‘Los pobres’ son todavía tristes figuras, abatidas y fatigadas. En un abandono de la etapa azul y transitando hacia la rosa, van apareciendo figuras aisladas y con una mayor serenidad en los rostros, como es el caso de ‘Cabeza de mujer’, ‘Busto de hombre’ o ‘Cabeza de mujer de perfil’.

El interés de Picasso se dirige después a los acróbatas, malabaristas y arlequines, a los que representa generalmente en grupo, en escenas serenas de su vida cotidiana, sin prestar atención a los escenarios reales. Así se contempla en ‘Los dos saltimbanquis’, ‘El circo’, ‘El saltimbanqui en reposo’ o ‘La familia de saltimbanquis con macaco’.

Azul y rosa

Tras su primer viaje a París, en septiembre de 1900, acompañado de su amigo el pintor Carlos Casagemas, que se suicidaría un año después, se inicia en Picasso la época azul. El pintor comienza esta etapa, conmovido por el trágico suceso de su amigo y transformado por la dura vivencia de la bohemia más hambrienta en sus sucesivos retornos a la capital parisina.

Afincado allí de forma permanente desde 1904, en ese año va llegando a su fin la época azul para dar inicio a la época rosa. Instalado en Montmartre en el destartalado edificio conocido como Bateau-Lavoir (‘Barco Lavadero’), conoce a Fernande Olivier, que será su compañera hasta 1912. Sus grandes amigos de esos años son los poetas Guillaume Apollinaire, André Salmon y Max Jacob. Y su fuente de inspiración es el circo Medrano, que frecuenta con asiduidad.

Todo ese ambiente se irá manifestando en ‘La Suite de los Saltimbanquis’, que ahora se muestra en la Colección del Museo Ruso. Una pieza fundamental para conocer y disfrutar al Picasso de aquellos años difíciles y heroicos.

La nómina completa de la serie, con el tamaño referido a la estampación y no al papel, es la siguiente:

  1. ‘El almuerzo frugal’ (París, septiembre de 1904), aguafuerte y raspador sobre plancha de zinc, 46,3 x 37,7 cm.
  2. ‘Cabeza de mujer: Madeleine’ (París, enero de 1905), aguafuerte sobre cobre biselado, 12,1 x 9 cm.
  3. ‘Los pobres’ (invierno de 1904-1905), aguafuerte sobre zinc biselado, 23,6 x 18 cm.
  4. ‘Busto de hombre’ (París, febrero de 1905), punta seca sobre cobre biselado, 12 x 9,3 cm.
  5. ‘Los dos saltimbanquis’ (París, a partir de marzo de 1905), punta seca sobre cobre, 12,2 x 9,1 cm.
  6. ‘Cabeza de mujer de perfil’ (París, hacia febrero de 1905), punta seca sobre cobre, 29,2 x 25 cm.
  7. ‘Los saltimbanquis’ (París, hacia la primavera-verano de 1905), punta seca sobre cobre, 28,8 x 32,6 cm.

8. ‘El circo’ (París, invierno de 1905-1906), punta seca sobre cobre con cantos

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